Tras años de lecciones difíciles, una comunidad de habla hispana lucha por obtener información rápida y en su idioma

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The Grizzly Creek Fire in Glenwood Canyon on Wednesday, Aug. 12.

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Los equipos de bomberos y funcionarios del gobierno encargados de responder a incendios forestales que amenazan comunidades tienen la tarea de asegurar que todos los residentes se mantengan sanos y salvos de sus trayectorias destructivas.

En los condados de Eagle y Garfield en Colorado, esa lección fue difícil de aprender.

El número de residentes latinos en esta vasta región al oeste de Denver se ha mantenido elevado en la última década; ambos condados cuentan con casi un 30 por ciento de personas latinas, según cálculos realizados en 2019 por la Oficina del Censo de EE. UU. Cerca del 25 por ciento de todos los residentes hablan español en sus hogares. Muchos de ellos trabajan en el sector de la construcción, los servicios y la hotelería, y constituyen los cimientos de la próspera economía del turismo y los centros vacacionales de la región.

Sin embargo, tan solo en 2018, se los consideraba secundarios cuando se trataba de alertas sobre incendios forestales mortales. Equipos de manejo de incidentes no contaban con integrantes multilingües, la información no se traducía al español, y a la respuesta de emergencia le faltaba sensibilidad cultural para tratar con una comunidad frecuentemente victimizada por las agencias migratorias, según representantes del condado y líderes de organizaciones no lucrativas.  

Organizaciones latinas sin fines de lucro están trabajando para asegurar que las personas de habla hispana en Colorado obtengan de inmediato información sobre incendios forestales y en un idioma que entiendan. Para ellas, es cuestión de “vida o muerte”, dijo Jasmin Ramirez, una coordinadora de programas con Voces Unidas de las Montañas, una agencia no lucrativa en el Condado de Garfield.

“Pasó demasiado tiempo para que se reconociera a nuestra comunidad como integrantes de la comunidad que se merecen tener acceso a la misma cantidad de información y recursos que todos los demás”, Ramirez dijo.  

El incendio de Lake Christine en 2018 fue un momento crucial para los funcionarios, quienes se dieron cuenta de que no estaban comunicándose con una comunidad clave en la región, dijo Eric Lovgren, coordinador de mitigación de incendios en el Condado de Eagle.

Un grupo que estaba disparando ilegalmente balas trazadoras ocasionó el incendio, el cual quemó una franja de Basalt Mountain y amenazó con destruir varias comunidades durante el día festivo del Cuatro de Julio.  

El personal de primeros auxilios rápidamente enfrentó dificultades, Lovgren dijo. 

El equipo de manejo de incidentes, el cual provenía del norte de Idaho, no contaba con personas que hablaran español. Los residentes latinos que habían sido evacuados de una comunidad de casas prefabricadas en El Jebel entraron en pánico cuando les dijeron que necesitarían tarjetas especiales para volver a entrar. Esas tarjetas se imprimieron en cartulina verde, y las referencias a “tarjetas verdes” hicieron que se confundieran con el documento migratorio. Había un temor subyacente en la comunidad de casas prefabricadas, en donde el 70 por ciento de los residentes son latinos, que a las personas indocumentadas las entregarían a las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU., Lovgren dijo.

“Parece algo tan pequeño, pero se propagó”, Lovgren dijo sobre la cartulina verde.

Courtesy Kevin Issel/Inciweb
Incendio de Lake Christine el 8 de julio de 2018.

Comunicación y representación

Los gobiernos de los condados no son los únicos grupos que comparten información sobre un incendio. Esa tarea se puede dividir entre agencias locales, de condados, estatales y federales, dependiendo de la ubicación del incendio y los servicios afectados.

Bryana Starbuck, una consultora latina especializada en comunicaciones que radica en Glenwood Springs, cree que depende de cada agencia mejorar sus iniciativas de alcance con respecto al lenguaje y la cultura para que todos los integrantes de una comunidad se sientan incluidos y apropiadamente informados, especialmente en casos de emergencia.

“Siempre será un desafío, porque dependiendo de qué incidente sea, en dónde sea, qué tipo de incidente sea, las personas responsables cambian”, Starbuck dijo. “Es responsabilidad de todos estos grupos reunirse para asegurar que no haya diferencias entre quién y cuándo se están comunicando las cosas”.

Otras personas piensan que las iniciativas de alcance mejorarían si hubiera más latinos con puestos de autoridad en la región.  

“Es importante tener diversidad en todos estos puestos a lo largo del valle, ya sea en una organización no lucrativa o en una función gubernamental, porque el beneficio es que tendrás diversidad en la respuesta”, dijo Ramirez con Voces Unidas de las Montañas.

El grupo se formó en mayo de 2020 para abordar lo que consideraba una falta de apoyo para los habitantes latinos en los condados de Eagle, Garfield y Pitkin. Primero se dedicaron a compartir información sobre COVID-19 durante las fases iniciales de la pandemia, aunque pronto su enfoque se expandió para incluir incendios forestales.  

El 10 de agosto de 2020, después de una primavera seca y cálida, el incendio de Grizzly Creek se inició en Glenwood Canyon en el condado de Garfield. Este incendio terminaría creciendo y quemando más de 32,600 hectáreas, y fue el primero de varios incendios aún más grandes que acabarían por quemar y dejar cicatrices en Colorado.

Voces Unidas y otros residentes presionaron al Condado de Garfield para que publicara información sobre el incendio en múltiples idiomas. Walter Stowe, director de información pública para la Oficina del Alguacil del Condado de Garfield, dijo que las preguntas de los residentes sobre disponibilidad de comunicados en varios idiomas deberían enviarse a los equipos de manejo de incidentes, y que los residentes de habla hispana podían usar servicios gratuitos de traducción.  

“Las limitaciones de nuestro presupuesto y demandas financieras, especialmente en estos momentos financieros, no permiten que nuestras publicaciones en Facebook o nuestros comunicados de prensa se produzcan en español, polaco, alemán, ruso ni ningún otro idioma étnico que haya encontrado un hogar en nuestra comunidad”, Stowe dijo en un mensaje electrónico.

facebook.com/GrizzlyCreekFireCO
Mapa bilingüe del incendio de Grizzly Creek.

Lingüistas de emergencia

Elizabeth Velasco, una traductora e intérprete profesional hispana en Glenwood Springs, estaba cerca del incendio forestal cuando recibió un mensaje de texto del departamento de bomberos. Era un comunicado de prensa sobre el incendio de Grizzly Creek. Se preguntaban si ella podía traducirlo.

Velasco dirigió a su pequeña agencia de traducciones para que tradujera ese comunicado de prensa, y docenas de otros, en los siguientes meses. Los servicios de primeros auxilios dependieron tanto de ella que terminó firmando un contrato con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para seguir trabajando con los equipos de emergencias que llegaban y se iban.

Velasco no estaba traduciendo solo palabra por palabra como lo hacen muchos servicios gratuitos por internet: estaba proporcionando información que tuviera sentido para las personas de habla hispana.  

“No querían a cualquier persona. Querían a alguien que pudiera interpretar y traducir la información correctamente”, dijo. “No querían que fuera un desastre. No querían que hubiera ninguna confusión”.  

Su equipo tradujo informes diarios sobre el incendio, junto con información sobre los niveles de humo, cierres de carreteras y evacuaciones. Hicieron el doblaje de videos del equipo de manejo de incendios y contestaron preguntas que llegaban por Facebook. Hicieron visitas guiadas de las montañas con los medios de comunicación y entrevistas con radiodifusoras hispanas locales.

“Creo que nos convertimos enseguida en expertas”, dijo. “Siempre es mucho mejor cuando tienes expertos y lingüistas en tu equipo para asegurar que el mensaje sea correcto”.

Los esfuerzos de su equipo marcaron la diferencia, dijo. Lo supo con base en la cantidad de personas que se comunicaban usando la página web sobre el incendio, hacían preguntas por la radio o veían los videos. Junto con una geógrafa latina, crearon el primer mapa bilingüe del incendio de Grizzly Creek.

Velasco se está preparando para la temporada de incendios que se aproxima al tomar cursos que FEMA ofrece a los encargados de compartir información con el público. En el Condado de Eagle, Lovgren espera que un día de estos haya más personal bilingüe enfocado en compartir información sobre la mitigación y preparación contra incendios forestales.  

Ahora que los incendios de Lake Christine y Grizzly Creek quedaron en el pasado, Ramirez y otros residentes latinos esperan que a las personas de habla hispana en la región las incluyan inmediatamente en los esfuerzos para compartir información durante cualquier futuro incendio forestal, y no solo como una audiencia secundaria.

“Necesitamos decidir qué tipo de condado seremos en cinco años, o en un año, en un par de meses, cuando los incendios regresen al valle”, dijo. “¿Estaremos preparados?

Traducción de Alejandra X. Castañeda.