Grupos locales lideran esfuerzos para cerrar la brecha de mortalidad infantil en Colorado

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Birdie, who goes by one name and is the owner of Mama Bird Maternity Wellness Spa, says she hopes to provide the support and information for women of color that she missed during her four pregnancies.

Por Rae Ellen Bichell | KHN

AURORA, Colorado — Mientras Britney Taylor visitaba Mama Bird Maternity Wellness Spa durante su inauguración esta pasada primavera, pensó sobre el nacimiento de su primer hijo: una experiencia confusa y solitaria que resultó en una cesárea no planeada y un período prolongado de depresión posparto.  

Pero aquí en esta ciudad vecina de Denver, familias locales y doulas sonrientes se paseaban por un espacio alumbrado lleno de música alegre donde mayormente mujeres de color pueden recibir masajes, reunirse con parteras profesionales y grupos de apoyo, y asistir a clases sobre la lactancia, el parto y el cuidado de los bebés.

“Esto es perfecto”, Taylor dijo. Su próximo parto, explicó, “será completamente diferente”.  

A cerca de 12 millas de distancia en el nordeste de Denver, integrantes del personal en el Families Forward Resource Center estaban preparando una habitación donde familias que quizás tengan dificultades para ver a un médico podrán reunirse fácilmente con el personal clínico para que respondan sus preguntas. También se estaban preparando para contratar a una capacitadora de doulas a fin de aumentar la cantidad de trabajadoras de color que ofrecen apoyo durante el parto.  

Un objetivo importante de ambas organizaciones es reducir una significativa brecha de salud en Colorado: los bebés negros, hispanos e indoamericanos/nativos de Alaska mueren en porcentajes mayores que los bebés blancos y asiáticos/de las Islas del Pacífico.

“Si separamos por [grupo] racial/étnico, nuestras disparidades son persistentes y son bastante marcadas”, dijo la doctora Sunah Susan Hwang, una neonatóloga en la Facultada de Medicina de la Universidad de Colorado. 

Según varios indicadores, incluida la mortalidad infantil, Colorado se considera uno de los estados más sanos. Por cada 1,000 bebés que nacen vivos, menos de cinco mueren antes de cumplir su primer año; esto hace que Colorado figure entre cerca de 15 estados que ya cumplieron este objetivo antes de la fecha límite nacional en 2030.

Kaiser Health News (KHN) trabajó con Colorado News Collaborative y otras salas de redacción en el estado para mapear el progreso estatal en años recientes en torno a las desigualdades raciales y étnicas, incluso en salud. Datos reunidos entre 2003 y 2019 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el período más amplio para el cual hay datos comparables disponibles, muestran que la diferencia entre las tasas de mortalidad infantil de bebés negros no hispanos y bebés blancos no hispanos se ha reducido más rápidamente en Colorado que a nivel nacional. La brecha de Colorado empezó siendo mayor que la brecha nacional, pero ahora es menor.

Pero según datos del departamento de salud estatal, solo los bebés asiáticos/de las Islas del Pacifico y blancos no hispanos han alcanzado el objetivo de 2030. Y a pesar de una reducción sorprendente en la mortalidad de los bebés negros en los últimos 20 años, su tasa de mortalidad, de alrededor de 10 muertes por cada 1,000 bebés que nacieron vivos en 2020, continúa siendo mucho mayor que el promedio estatal. Mientras tanto, los bebés hispanos están muriendo en un porcentaje similar a 20 años atrás, con más de seis muertes por cada 1,000 bebés que nacen vivos. (Datos de los bebés indoamericanos/nativos de Alaska no estuvieron disponibles sistemáticamente porque las cantidades fueron demasiado pequeñas para resultar en porcentajes significativos.)

Si la tasa de mortalidad entre los bebés negros e hispanos hubiera sido igual a la tasa de mortalidad de los bebés blancos no hispanos en el estado, cerca de 200 bebés hubieran sobrevivido entre 2018 y 2020, según un análisis de datos realizado por KHN. 

Una de las principales razones por las que los bebés mueren es que nacen muy prematuros. Según datos de March of Dimes, Colorado figuró entre los 22 estados donde la disparidad de nacimientos prematuros entre el grupo demográfico con mejores resultados y el resto de la población ha empeorado en los últimos cinco años. El departamento de salud estatal sabe bien cuál es uno de los principales factores: el racismo.

“Sabemos que el racismo y el racismo estructural es una de las causas principales que pueden estar contribuyendo al estrés crónico en las vidas de las personas [y] que puede contribuir al nacimiento prematuro, el cual puede causar la mortalidad infantil”, dijo Mandy Bakulski, gerenta de la oficina de bienestar maternoinfantil en el departamento de salud estatal. 

La mortalidad infantil es solo un indicador de salud que afecta desproporcionadamente a los coloradenses negros, hispanos e indoamericanos/nativos de Alaska: en comparación con otros coloradenses, es más probable que mueran debido a enfermedades renales, diabetes, COVID-19, choques de automóvil y otros padecimientos, según el departamento de salud estatal. 

Bakulski dijo que en años recientes los representantes estatales de salud han “volteado” su método en reacción a comentarios de la comunidad sobre las brechas en la mortalidad infantil del estado y a un proyecto multiestatal que estudió una amplia variedad de posibles intervenciones. El equipo de Bakulski dijo que la combinación causó que concluyeran que “poner dinero en los bolsillos de la gente era una forma de mejorar los resultados de salud”. 

Por eso, el departamento ha estado promoviendo el beneficio de los créditos fiscales por hijos, créditos que permiten que las familias se queden con más de sus ingresos. También se está preparando para promover una ley que, a partir de 2024, dará a los padres en Colorado tres meses de licencia parcialmente pagada para cuidar de un nuevo hijo.  

Según March of Dimes, la cual da seguimiento a los esfuerzos estatales para reducir la mortalidad infantil y el nacimiento prematuro, Colorado ya alcanzó cuatro de seis medidas legislativas que creen mejorarán la salud materna y la salud infantil, las cuales están estrechamente conectadas. Más importante aún, el estado amplió la cobertura de Medicaid en 2013, la cual, según los investigadores dicen, ayuda a disminuir la mortalidad infantil, aunque no se sabe claramente si ha ayudado a reducir las diferencias raciales.  

“Le damos a Colorado una ‘B’. Esa [calificación] es mucho mejor que la de muchos estados; ciertamente mejor que en los estados que rodean a Colorado”, dijo Edward Bray, director principal de asuntos estatales con March of Dimes. Pero queda “espacio para mejorar”. 

Un cambio inminente que la organización espera ayudará es que Colorado está en proceso de ampliar temporalmente la elegibilidad de Medicaid, por lo que más mujeres con bajos ingresos tendrán cobertura por un año después de dar a luz, en lugar del período típico de dos meses. Ese cambio es parte de una serie de leyes aprobadas el año pasado que, entre otras cosas, elevaron el maltrato médico durante el período perinatal a un problema de derechos civiles reportable ante la Comisión de Derechos Civiles de Colorado. 

Sin embargo, defensores comunitarios, investigadores y profesionales que trabajan con familias de color dicen que el estado puede y debería hacer más. Primero, dicen, podría crear una fuerza laboral de proveedores médicos culturalmente competentes, incluidas doulas.

“Los estudios respaldan que las doulas ayudan a mejorar los resultados en general durante el parto, reducir los nacimientos prematuros y reducir la mortalidad y morbilidad maternal e infantil”, dijo Bray, cuya organización identificó la falta de acceso a doulas como una de las deficiencias legislativas en Colorado.  

Sin embargo, Anu Manchikanti Gómez, una investigadora de equidad en salud de la Universidad de California en Berkeley, dijo que otras opciones también pueden ser cruciales. Gómez se dedica a estudiar intervenciones diseñadas para mejorar los resultados del parto, como los cuidados de una doula. Aunque una doula desempeña un papel importante como una persona de apoyo, guía y defensora, dijo, la doula es “una solución muy secundaria. Realmente no está abordando la causa principal del problema”. 

Gómez está interesada en intervenciones concretas como la transferencia de dinero sin condiciones a familias que esperan un bebé. En Canadá, investigadores encontraron que cuando las mujeres indígenas embarazadas y que vivían en la pobreza recibieron un beneficio de alrededor de $60 en efectivo al mes, esto ayudó a las familias a cubrir sus necesidades y reducir el estrés, y fue menos probable que los bebés nacieran prematuramente o de bajo peso.

Gómez está participando en un estudio piloto, Abundant Birth Project, el cual distribuye un suplemento mensual de $1,000 en efectivo a mujeres embarazadas negras o de las Islas del Pacífico en San Francisco. El objetivo es aliviar el estrés que puede resultar en un parto prematuro.

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Birdie, que tiene un solo nombre y es propietaria de Mama Bird Maternity Wellness Spa, dice que espera brindar el apoyo y la información a las mujeres de color que extrañó durante sus cuatro embarazos.

Mientras tanto, grupos locales están abordando las deficiencias legislativas y actuando para resolver los problemas en sus comunidades, a la vez que esperan que los legisladores se pongan a la par. 

Por ejemplo, Birdie, la dueña de Mama Bird Maternity Wellness Spa, está trabajando con Colorado Access, uno de los proveedores de Medicaid en el estado, para ver si pueden reembolsar a las doulas que trabajan con familias de bajos ingresos, una de las deficiencias principales que March of Dimes identificó. En Aurora, donde el centro de maternidad está ubicado, menos de la mitad de los residentes son blancos. 

“Estamos atendiendo a mujeres de color”, dijo Birdie, quien usa un solo nombre. “Nuestra estimación del éxito es: mamá feliz, bebé feliz”.

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Doulas y familias celebran la apertura de Mama Bird Maternity Wellness Spa en Aurora, Colorado, en abril de 2022.

Cerca de ahí, el Families Forward Resource Center recibió fondos federales para apoyar a las mujeres propensas a desarrollar embarazos de algo riesgo y capacitar a profesionales que puedan ayudar con el parto, la lactancia y la atención posparto.  

El centro está administrado por personas que saben directamente qué significa enfrentar prejuicios en la atención médica, como Joy Senyah, cuyo hijo nació prematuro y murió en dos días. Sus médicos ignoraron su sangrado intenso antes del parto y, después de una cesárea de emergencia, encontraron que el bebé había estado desconectado de la placenta por horas. 

“Cada vez que preguntaba, me ignoraban: ‘Señora, está bien’”, dijo Senyah, quien estuvo sola durante el parto y tenía cobertura de Medicaid. “Cuando examino la situación en retrospectiva, por supuesto pienso: ‘Sí, debieron haberlo sabido. Debieron haber armado un escándalo’”.

Ahora es la especialista de alcance comunitario en el centro de recursos, donde trabaja con sus colegas para que los bebés de color tengan la misma posibilidad que los otros bebés de sobrevivir su primer año de vida. Gran parte de eso es saber cómo apoyar a las familias y proporcionarles el acceso a consultoras de lactancia, trabajadoras de parto y profesionales médicos que entiendan a sus clientes, y que estén listos para ayudar a armar un escándalo cuando se necesario.

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Shawn Taylor (desde la izquierda), Joy Senyah y Alliss Hardy dirigen los programas y la divulgación en el Families Forward Resource Center. El centro de recursos recibe fondos federales para brindar a las personas con embarazos de alto riesgo servicios como ayuda para amamantar, suministros para bebés y atención de salud mental.

KHN (Kaiser Health News) es una sala de prensa nacional que produce periodismo de fondo sobre temas de salud. Junto con Análisis de Políticas y Encuestas, KHN es uno de los tres programas principales que funcionan en KFF (Kaiser Family Foundation). KFF es una organización subvencionada sin fines de lucro que proporciona información sobre temas de salud a la nación.


Metodología

KHN analizó datos conectados de archivos de nacimientos/muertes infantiles de la base de datos WONDER de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades durante los años 2003-2006 y 2017-2019. Para caracterizar cómo las brechas en las tasas de mortalidad entre bebés negros y blancos cambiaron a lo largo del tiempo a nivel nacional y en Colorado, se calcularon los promedios de tres años por cada grupo demográfico, y la tasa resultante para el período de 2017-2019 se comparó con la tasa de 2003-2005.

Para los datos estatales específicos, el Departamento de Salud Pública y Medioambiente de Colorado proporcionó los datos entre 2000 y 2020. Las medias móviles de tres años se calcularon en todo ese período por cada grupo demográfico.

Para calcular las muertes excedentes entre 2018 y 2020, se sustrajo el promedio de tres años de la tasa de mortalidad infantil entre bebés blancos del promedio de tres años de la tasa de mortalidad infantil entre bebés negros. La tasa de muertes infantiles excedentes se multiplicó por la suma de tres años de los nacimientos vivos durante ese período y se dividió entre 1,000.

Latoya Hill, una analista principal de políticas con el Programa de Equidad Racial y Políticas de Salud de KFF, identificó los métodos analíticos apropiados, y Tessa Crume, una profesora adjunta de epidemiologia en la Facultad de Salud Pública de Colorado, confirmó las conclusiones.